El skimming es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la banca actual. Este tipo de técnica busca clonar tarjetas, robar pines, y básicamente intentar sacar el máximo dinero de una persona que utilice un cajero modificado. Hay todo tipo de modificaciones que se venden por Internet, pero una de ellas se ha pasado todos los niveles de estafa sustituyendo un cajero entero.

Entre los dispositivos de skimming que hay por Internet los hay que clonan tarjetas, así como teclados falsos que se ponen encima de los reales para obtener el PIN del usuario, robarle luego la tarjeta (físicamente o clonándola), y poder sacar todo el dinero. Es por ello que tenemos que usar siempre que podamos los cajeros que estén en los propios bancos, y alejarnos de los que estén en zonas donde se realizan pocas comprobaciones o en zonas muy turistizadas si lo hacemos fuera de España. Incluso en los propios bancos aprovechan durante los fines de semana para instalar este tipo de dispositivos, ya que hasta el lunes siguiente no va haber nadie que los compruebe.

Skimming sustituyendo el cajero al completo

En Brasil, la policía ha descubierto una nueva oleada de skimming que, en lugar de reemplazar pequeñas partes del cajero, directamente lo que hacen es poner otra carcasa entera encima que incluye el lector de tarjetas y el teclado. En este vídeo podemos ver cómo da completamente el pego frente al cajero real que se esconde detrás.

Este tipo de skimming es todavía más peligroso que el que sustituye pequeñas partes del cajero. Yo normalmente intento comprobar que no haya nada raro antes de usar un cajero (dándole un pequeño tirón al lector de tarjetas si el cajero no tiene NFC, por ejemplo), pero cuando es la carcasa completa lo que está colocado encima, es imposible hacer comprobaciones individuales para ver si es falso o no.

Los atacantes luego envían por 2G, 3G o 4G nuestros datos bancarios

Este tipo de skimming cambiando cajeros completos lleva dándose desde 2013, donde también en Brasil se registró el primer caso de esta actividad. Normalmente suelen tener ordenadores o Raspberry Pi en la parte trasera conectados a algún tipo de transmisor con conexión inalámbrica (como 2G, 3G o 4G) para obtener los datos de las tarjetas robadas a distancia. En ocasiones, lo que hacen los hackers es hacer que salga un error al introducir la tarjeta o el PIN en el banco, haciendo que el usuario se vaya. Sin embargo, los atacantes ya tienen en su poder los datos de la tarjeta.

Por ello, en el caso de que nos veamos afectados por este tipo de fraudes, tenemos que ponernos en contacto inmediatamente con nuestra entidad bancaria y con la policia para cancelar la tarjeta y poner en conocimiento de la autoridades lo antes posible este tipo de actividad delictiva.