En el negocio de los influencers no es oro todo lo que reluce. La realidad es que utilizar personas famosas o conocidas para promocionar marcas no es algo nuevo, pero desde hace unos años a esta parte la cosa se ha desmadrado bastante. Las redes sociales han abierto un nuevo modelo de negocio que utiliza personas con millones de seguidores para promocionar sus productos, algunas veces de forma sutil e incluso subliminal. Muchas empresas han crecido alrededor del fenómeno, pero cada vez más se demuestra que no hay espacio para todos. Hoy conocemos más sobre 21 Buttons, la startup de moda de los influencers que despedirá a la mitad de la plantilla.

21 Buttons, una historia de inversiones millonarias

21 Buttons cerró su segunda ronda de financiación en 2017 con 3 millones de euros. Antes, en 2016, ya consiguieron captar medio millón de euros. Por aquel momento, contaba con un equipo de 30 personas que buscaban hacer negocio de permitir a los usuarios comprar los productos de las fotos compartidas en su red social.

Marc Soler y Jaime Farrés, exconsultores de McKinsey & Co, vieron la oportunidad de explotar el mercado de los influencers. La clave del negocio está en cobrar un porcentaje a las marcas por venta realizada a través de la plataforma. Esta es una aplicación para iOS y Android que conecta las redes sociales con las marcas.

Entre los influencers presentes en su red encontramos a Dulceida, Jessica Goicoechea, Cristina Musacchio y Sergio Carvajal. Además, quieren que cualquiera pueda convertirse en influencer subiendo su look a la aplicación, lo que le servirá para recibir una comisión por cada venta que consiga.

Llegan las cajas sorpresa por 48 euros al mes

En septiembre de 2017 llegaron las cajas sorpresa por suscripción de la mano de influencers como Aretha Fusté, Natalia Osona o Bárbara Pérez y la plataforma 21 Buttons. Los usuarios que se suscriban a estas cajas recibirán contenido valorado entre 65 y 85 euros. El fenómeno de las cajas de ropa y belleza por suscripción ha pegado fuerte en Estados Unidos y la startup española lo quería replicar en España.

Una forma de promover el consumo “maquillándolo” de otra cosa y con un influencer poniendo la cara. Evidentemente, pagar 48 euros al mes de forma religiosa no está al alcance de cualquiera y a buen seguro que ha generado conflictos familiares. Además, se debe lidiar con la posibilidad de recibir algo que, aunque valorado entre 65 y 85 euros, no encaje en nuestros gustos o expectativas (o tallas según algunas personas que se quejan de la dificultad de encontrar ropa «grande»).

Despidos en 21 Buttons, ¿y ahora qué pasa?

Con 170 personas empleadas hasta el anuncio de los despidos, la startup catalana presumía de buena salud. Sin embargo, hemos podido saber que el 50% de la plantilla ha sido despedida, pudiendo ser entre 70 y 80 personas según otras informaciones. Evidentemente, sus fundadores apuntan a un cambio de foco estratégico, pero es básicamente un plan de reducción de gastos con todas las de la ley.

La compañía, antes basada en un modelo de comisiones por venta, quiere encontrar un nuevo modelo para crecer y podría tirar más por vender los looks de las influencers por 48 euros al mes. Habrá que ver hasta qué punto consiguen rentabilizar el negocio con esas ventas por suscripción en las que los influencers hacen de cebo para convencer a algunas personas de la compra.