“Si no está en Google, no existe”. Esa frase que se repite como un mantra es mentira, pero tiene algo de verdad. Son mayoría los que buscan en Google a la hora de acceder a una página web y confían siempre en los primeros resultados. Por esa razón, la industria audiovisual lucha porque las páginas de descargas piratas y otras webs no aparezcan en las primeras posiciones, pidiendo a Google que elimine los resultados. Ahora, conocemos que Rusia ha vuelto a multar a Google por no eliminar portales de descargas piratas y otras webs de sus resultados.

Por segunda vez en lo que llevamos de año, Google ha sido sancionado en Rusia por no eliminar resultados de su búsqueda. En este caso, se trata de páginas web “baneadas” que incluyen tanto portales de descargas piratas como otras webs similares. El gigante de Internet no quiere cumplir los estrictos controles de censura del gobierno ruso, aunque es cierto que elimina muchos más resultados de su buscador que en otros países.

Multa a Google: no eliminó portales de descargas piratas

FGIS, la lista negra rusa que busca censurar y controlar la información que vemos en Internet, es una base de datos que contiene multitud de dominios de centenares de sitios web. Aquí se incluye desde contenido extremista hasta portales de descarga de películas o series. La mayoría de las grandes empresas tecnológicas del país deben ajustarse a lo que dice esa lista negra y, en el caso de buscadores, deben eliminar esas webs de sus resultados.

Google ya fue multado por no conectarse con FGIS y eliminar esas páginas web de sus resultados de búsqueda. Esa primera multa no iba a ser la última y acabamos de conocer que el gigante de Internet ha vuelto a ser sancionado por el mismo motivo. Además de amenazarle con un bloqueo, las autoridades rusas están “jugando” con las multas contra Google para intentar cumplir su propósito.

No obstante, la realidad es que Google ha eliminado un 80% de esas páginas web de sus resultados, aunque en los últimos meses el porcentaje ha bajado ligeramente. La multa es de unos 11.000 dólares, lo que se considera calderilla para Google y no creemos que vaya a ser demasiado eficaz para hacerles cambiar de postura.

Desde Google explican que nada ha cambiado. Se comprometieron a revisar todas las peticiones de bloqueo de portales de sus resultados, pero no van a aplicar un proceso de censura a ciegas que les haga perder el control de lo que podrán ver o no sus usuarios.