Yo soy un hijo de Rosendo... y prometo estarte agradecido

Mis amigo saben que a la pregunta de "¿Quién es tu artista preferido?" siempre voy a contestar lo mismo: Rosendo. Tal vez si no vives en España no lo conozcas, pero sus letras han movilizado la conciencia de muchos jóvenes que nos criamos con letras dichas con su ronca voz al ritmo de su guitarra carabanchelera. Pero para mí fue algo más que eso. Fue mucho más que eso. Su forma de vivir. Su forma de escribir. Su forma de tomarse su trabajo de tocar la guitarra con dedicación y responsabilidad. Me marcó mucho.

Figura 1: Yo soy un hijo de Rosendo... y prometo estarte agradecido

Lo conocí de muy joven, ya siendo Rosendo y dejando atrás sus inicios en Leño. Me leí su biografía. Me compré todos sus discos y fui a verle a decenas de conciertos. Recuerdo que una de las primeras veces íbamos a principios de los 90 a Las Ventas a verlo e hicimos como seis hora de cola para estar en la valla, en primera fila, en el medio. Nos compramos bebidas, pero como no había hielos compramos Burmar Flaxes de lima-limón para echar en las bebidas y montamos una fiesta con otros grupos. Nos convertimos en "los de los flaxes". Después corrimos hasta estar los primeros en la fila, agarrados a la valla para cantar como locos durante todo el concierto. 


Figura 2: Pan de Higo

En mi caso particular, la canción de "Pan de Higo" fue mucho más que una canción. Fue una canción que marco mi forma de vivir. Yo era un joven de Móstoles - dónde él dice que estaba de fiesta cuando se digo cuenta de que ponían su primera canción grabada -, que quería salir adelante y para ello iba a tener que disparar mucho pan de higo. Y la letra de esa canción siempre está presente en mi vida. Pero Rosendo siempre vivió sus tiempos. Y sus discos fueron una obra de arte uno tras otro que te tocaban porque vivía lo que tú.


Figura 3: A la sombra de una mentirá

Desde las canciones de "Para mal o para bien" que te machacaban la parte sensible, los blues de "Salud y buenos alimentos" o "Mala vida", las reflexiones sobre la sociedad en "Listos para la reconversión", o los temas de "Vergüenza Torera" con ese "A remar" que explica lo duro que es difícil luchar por cambiar el mundo.


Figura 4: Mala Vida

En mi vida siempre ha estado ahí. Intermitente. Contándome cosas al oído cuando salgo a correr o con la bicicleta. Cuando voy a solo en un avión cruzando el océano. Viene conmigo. Escucho la charla que no sólo echó a su hijo, sino a todos los que nos consideramos sus hijos en esa generación. Ese "¿De qué vas?". Nos ponía a todos las pilas para que trabajásemos por lo que queremos y nos dejáramos de quejar.


Figura 5: ¿De qué vas?

Ahora ha dicho que cuelga la guitarra. Que se va de los ruedos. De esa plaza de toros de Las Ventas que tantas veces llenó de gente y esplendor. Y yo me sentí un poco vacío. Rosendo estuvo siempre en mi vida. Y siempre enseñándome cosas. Mi vida está llena de anécdotas por esta devoción que he tenido por sus letras. 


Figura 6:  Flojos de Pantalón

Recuerdo que una vez en una conferencia en la Universidad mi compañero que estaba con alguien me preguntó mientras llegaba yo por el pasillo: "Chema, ¿cuál es tu cantante preferido?". Y yo dije: "Ya lo sabes... Rosendo... pa' siempre!". Y se empezaron a reír. Era su hermano el que estaba allí. Aún me rió cuando contamos esa historia. 


Figura 7: Del pulmón... completamente podridito

Al final, llevo el pelo largo en gran medida por él. Y sigo enamorado de sus letras y sus acordes. La canción de "Del Pulmón" siempre me ha parecido la canción más bonita del mundo, y las sigo disfrutando día a día. 


Figura 8: Mala tiña... con "El Rafa al bajo!"

La última vez que lo vi fue en Alcobendas, me compré me camiseta de Leño roja que tantas veces me habéis visto y volví a gritar. Volví a ver a Rafa al bajo. Volví a pensar "'¡Qué buena gente que es el Rafa, coño, que cuida de mi Rosendo desde hace tantos años!". Y es que lleva tanto tiempo en mi vida que son como de mi familia. Ahora se va, y yo me voy a verlo en la gira de despedida, y como le dije a Carmena cuando nos vimos en una reunión: "Si es necesario, yo pago la estatua de Rosendo para Madrid".


Figura 9: Agradecido

Pero aunque se vaya, nos deja todo lo que nos ha enseñado, y yo, como todos los que le queremos como un padre le digo eso de "Prometo estarte agradecido". Rosendo ¡pa' siempre!

Saludos Malignos!

Via: www.elladodelmal.com
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