¿Se ahorra realmente energía con el cambio de hora?
Cada año cambiamos la hora dos veces: una en marzo y otra en octubre. Tradicionalmente se ha venido diciendo que esto se hace porque se ahorra energía, al concentrar más horas de sol cuando más falta hacen en el horario laboral, reduciendo el consumo energético al encender las luces menos horas en las empresas, que son responsables del 80% del consumo energético del país. Pero, ¿es cierto que se ahorra energía con el cambio de hora?
La UE abre una consulta para preguntar si hay que suprimir el cambio de hora
Esto es lo que está debatiendo actualmente la Unión Europea, que ha abierto una consulta pública para que los ciudadanos voten si debe o no abolirse el cambio de hora en la UE. El cuestionario online para ello se saturó a las dos horas de entrar online por la avalancha de usuarios. Se podrá votar al respecto hasta el 16 de agosto, y las preguntas que realizan son las siguientes:
El motivo detrás de este cambio es que muchos ciudadanos se quejan de los efectos negativos que tiene el cambio de hora sobre la salud, ya que altera las horas de sueño y hay a quien le cuesta acostumbrarse unos días. También argumentan que aumentan los accidentes de tráfico por culpa del cambio de hora a consecuencia del cambio de ciclo de sueño.
Cada país podrá elegir con qué horario quedarse en el caso de que se decidan abolir los cambios de hora: si con el de verano o el de invierno, por lo que los husos horarios de los países podrían cambiar (España, por ejemplo, podría utilizar el GMT que le corresponde por su situación geográfica, en lugar del GMT+1 que usamos ahora). La clave es que todos los países se coordinen para abolirlo, con un cambio de hora cuyo efecto dicen que apenas se nota en el consumo eléctrico, pero sí en los ritmos del cuerpo humano.
REE muestra la demanda de energía en cada momento
Red Eléctrica de España (REE) tiene accesible, de manera pública, unos datos interesantísimos sobre demanda energética en España, detallando qué fuente energética se está utilizando en cada momento con su correspondiente porcentaje, con fuentes como nuclear, solar, eólica, carbón o hidráulica; y el CO2 asociado de cada una de ellas con respecto del total.
Estos datos se actualizan cada 10 minutos, y podemos ver los datos en una gráfica o en una tabla, donde se detallan tres datos: la demanda real de energía en MW, la prevista, y la que está programada, además de agrupar la emisión total de CO2 en toneladas por hora en cada momento.
Para ver si realmente el cambio de hora sirve de algo vamos a analizar unos datos muy sencillos: los de los viernes y sábados inmediatamente anteriores y posteriores al cambio de hora. Los cambios de hora que vamos a comprobar son los del pasado 26 de marzo de 2017, donde se adelantó una hora, causando que amaneciera y atardeciera más tarde; y del 28 de octubre de 2017 (donde se atrasó el reloj una hora), amaneciendo y atardeciendo antes.
El cambio de hora de marzo de 2018 no podemos analizarlo porque la semana posterior al cambio cayó en semana santa, por lo que los datos no son significativos. También es importante reseñar que las demandas de consumo pueden variar de una semana a otra por motivos como el frío.
Hemos elaborado cuatro gráficos distintos comparando un total de 8 fechas. En ellas vemos diferencias de consumo en favor de la fecha con la hora cambiada con respecto a la no cambiada, aunque esto puede deberse a otros motivos como diferentes pautas de consumo, menor consumo de calefacción, o cualquier otro factor. En uno de ellos sí que encontramos que el consumo es prácticamente idéntico.
Cambio de hora de marzo de 2017
Viernes 24 de marzo vs viernes 31 de marzo
Aquí vemos que el consumo es más elevado el 24 de marzo que el 31, y que el pico de consumo máximo se produce una hora más tarde a consecuencia de que anochece casi una hora más tarde. En general, el pico es más abrupto, pero dura menos tiempo que el pico máximo de consumo de la semana anterior.
- Consumo total del viernes 24 de marzo: 4.410.682 MW
- Consumo total del viernes 31 de marzo: 4.104.853 MW
Sábado 25 de marzo vs sábado 1 de abril
Aquí vemos un hecho muy similar con respecto al viernes. Las horas claves son el amanecer y el atardecer, que es donde se afirma que se concentra el ahorro de energía con el cambio de hora. Por la mañana hay momentos donde el consumo casi llega a superar a la fecha anterior al cambio de hora, debido a que es necesario encender luces.
Lo que sí queda claro es que hay un menor tiempo en el que las luces están encendidas, ya que por lo menos tarda una hora más en alcanzar su pico máximo, y este dura menos tiempo. A partir de ahí, la gente suele acostarse o directamente apagan las luces para ver algo en la televisión.
- Consumo total del sábado 25 de marzo: 3.993.220 MW
- Consumo total del sábado 1 de abril: 3.684.435 MW
Cambio de hora de octubre de 2017
Viernes 26 de octubre vs viernes 3 de noviembre
En octubre vemos el efecto contrario, aunque estas dos fechas son las únicas en las que el consumo es incluso superior en el día posterior al cambio de hora. Aquí vemos que, a pesar de amanecer una hora antes, la línea de consumo es exactamente idéntica durante las primeras horas de la mañana.
- Consumo total del viernes 26 de octubre: 4.126.465 MW
- Consumo total del viernes 3 de noviembre: 4.109.875 MW
Sábado 27 de octubre vs sábado 4 de noviembre
Aquí, en un día no laboral, el consumo también está más suavizado, y con unos datos pico más sostenidos con un mayor consumo energético debido a que hay menos horas de sol disponibles, empezando la gente a encender luces antes por la tarde debido a que atardece antes.
- Consumo total del sábado 27 de octubre: 4.084.648 MW
- Consumo total del sábado 4 de noviembre: 3.666.739 MW
Conclusión
Por tanto, podemos concluir que sí hay bastantes diferencias en el consumo energético gracias al cambio de hora, sobre todo en lo que al consumo de electricidad para iluminación artificial. En todos los casos el consumo energético es menor después de haber realizado el cambio de hora.
Via: www.adslzone.net