En los últimos meses, gracias a Satya Nadella, hemos podido ver cómo Microsoft ha hecho las paces con Linux y ha empezado a apoyar el desarrollo de este sistema operativo libre que, en el pasado, había sido incluso denominado como un “cáncer para la informática” por el mismísimo Steve Ballmer. Ahora, Microsoft es miembro Platino de la Linux Foundation, Windows 10 permite ejecutar Bash de forma nativa e incluso aplicaciones como Visual Studio ahora son de código abierto y cuentan con una versión para Linux. Sin embargo, no todos los departamentos de Microsoft tienen el mismo cariño a Linux, y Office y OneDrive son dos de los que menos se preocupan por el sistema operativo libre.

En teoría, ahora Windows y Linux han dejado de ser rivales para cooperar mutuamente, sin embargo, mientras que esto ha llegado a los departamentos de Windows, Visual Studio e incluso hasta el departamento de bases de datos de Microsoft SQL Server, parece que los responsables de OneDrive y de Office 365 no están por la labor de apoyar a los usuarios de otros sistemas operativos que no sean Microsoft, y no se preocupan de que estos servicios funcionen sin problemas en los sistemas rivales de Windows.

Mientras que OneDrive y Office 365 funcionan sin problemas en Windows, en cualquier navegador, cuando algún usuario intenta acceder a estos servicios desde un sistema que no sea Windows, como Linux, aparecen los problemas. OneDrive y Office 365 empiezan a funcionar muy lentos, a no cargar los archivos y llega gasta el punto de que se hacen imposibles de utilizar.

¿Está Microsoft en contra de que OneDrive y Office 365 funcionen en Linux? Probablemente no, pero tampoco son buenas sus intenciones

Aunque se podría atacar perfectamente a Microsoft diciendo que está en contra de Linux como se ha hecho durante muchos años, en realidad esto no parece ser un ataque contra su sistema amigo, sino que más bien es culpa de una mala práctica en la programación de los servidores.

Debido a que la nube ajusta el rendimiento en función del agente del navegador por “motivos de compatibilidad“, está claro que este sistema no es efectivo, ya que si se cambia el agente del navegador de Linux (Google Chrome o Firefox) por Internet Explorer o Edge, OneDrive y Office 365 vuelven a funcionar a la perfección en Linux.

El agente del navegador no es más que una línea que se envía al servidor y que identifica el tipo de navegador que se está utilizando para ver cómo responde una web bajo distintos motores, por lo que salta a la vista que el mal funcionamiento de OneDrive en Linux no es intencionado, sino una mala programación del servidor que, aunque es muy fácil de solucionar, Microsoft no tiene intención e hacerlo.

Microsoft debería medir las capacidades de los navegadores y no solo el agente al cargar OneDrive u Office 365

El agente del navegador no es más que una mera etiqueta que indica qué tipo de motor se está utilizando y el sistema operativo, por lo que, además de ser ineficaz, hace que los servidores procesen la información muy lento. Microsoft debería cambiar la forma en la que los servidores de OneDrive identifican a los usuarios y, en vez de fiarse del agente del navegador, analizar directamente las capacidades del sistema y del navegador, ya que, hoy en día, cualquier navegador moderno como Google Chrome o Firefox pueden superar con creces las capacidades de Internet Explorer o Microsoft Edge, en Windows y en cualquier otro sistema operativo moderno.

Algunos usuarios, además, han obtenido el mismo rendimiento en Windows 10 modificando el agente del navegador para hacerse pasar por usuarios de Windows 98 con Firefox 52, lo que demuestra que el problema reside en la parte técnica de OneDrive, y Microsoft no tiene intenciones de ponerle remedio.

¿Crees que este comportamiento puede ser, en parte, intencionado de Microsoft o es realmente un fallo de programación?