ChatGPT ofrece la posibilidad de interactuar con una inteligencia artificial (IA) en varios idiomas, y ya hay especialistas de diferentes ámbitos investigando cómo sacarle provecho. Como no podía ser de otra forma también tiene su aplicación en el ámbito de la ciberseguridad, aunque la propia IA cuando se le pregunta es cauta en su respuesta.

Algunos usuarios muestran a través de redes sociales los resultados de hacerle peticiones con buenos resultados para desofuscar código o crear CTFs de desarrollo seguro, que iría tal vez un paso más allá del propósito que se confiere a sí misma esta utilidad.

En los últimos días esta utilidad se ha vuelto muy popular entre los internautas. Algún periodista radiofónico aseguraba que puede escribir artículos (con cierta post-edición), por lo que hemos querido probar si nos puede escribir la UAD. No ha sido tan trivial como nos imaginábamos. Podemos probar ChatGPT desde el playground o a modo de chat, de donde provienen la mayoría de las imágenes publicadas por la comunidad, y que podría resultar más adecuada, dado que proporciona respuestas más cuidadas en muchos casos. En el primero por ejemplo si se le pregunta por alguna noticia interesante de ciberseguridad obtenemos lo siguiente:

En el modo chat, por ejemplo, nos proporciona una respuesta más cuidada, tal vez justificada, de porqué no nos puede proporcionar respuesta a una pregunta tan general, además considerando que una noticia tiene que ser algo «fresco».

En general, el modo chat es el más recomendado para usar la utilidad, dado que las respuestas están más cuidadas y justificadas.

Aunque es capaz de responder en ambos idiomas y de hacer traducciones de texto, la pregunta según el idioma en el que se plantee puede devolver resultados diferentes. Tal vez, su aplicación actual más inmediata y práctica en el ámbito de la ciberseguridad sea facilitar la resolución de algunos problemas técnicos con una única herramienta, aunque también puede proporcionar ideas a quien sepa formular las preguntas adecuadas.

Por ejemplo, podemos preguntarle por algún desafío que requiera la cooperación de expertos en diferentes áreas, como los criminólogos y los informáticos, y, a partir de ahí, elaborar contenido. A continuación, dos ejemplos de problemas que podrían formularse y posteriormente prepararse para estos especialistas.

Puede construir problemas, siempre y cuando se pregunte de forma específica por ellos. Siendo una IA, es comprensible que, ante una pregunta abierta, la respuesta pueda ser abierta. Si se emplea la palabra «reciente», esto podría resultar lo bastante amplio como para devolver diferentes respuestas. A continuación, dos ejemplos de respuestas para la misma pregunta, la segunda de ellas con varias respuestas consecutivas, formuladas desde el playground (si se intenta probar desde el chat la IA indicará que ese no es su objetivo y que no puede hacerlo).

Si somos más específicos y le preguntamos por un código para explotar la última vulnerabilidad de iOS, nos proporciona, en el momento de redacción de esta UAD, un código para explotar una vulnerabilidad en versiones de iOS 13.4.1 y anteriores (todo en su debido contexto no hemos probado el código), sin embargo sabemos que hubo vulnerabilidades posteriores.

Si preguntamos en el modo chat tendremos una respuesta más adecuada, en la que la IA sabe que no puede ofrecernos la última vulnerabilidad dado que sus datos datan de 2021.

Sí puede ofrecernos sin embargo respuestas respecto a fechas previas.

Como conclusión tras hacer algunas pruebas, es una utilidad muy curiosa que, aún así, debe tomarse con cautela y no como única fuente de información. Aunque desde luego ChatGPT nos da para estas y otras pruebas, jugar, entretenernos y tal vez generar nuevas ideas, por ahora nuestra UAD seguirá escribiéndose a la manera tradicional.