Finalmente, los creadores de SeriesYonkis no tendrán que pagar la astronómica cifra de 550 millones de euros que les exigían por delito de piratería. Esta sentencia del mayor juicio antipiratería de España supone un antes y un después en España, ya que este juicio contra la piratería servirá de ejemplo en sentencias futuras.

Los creadores de SeriesYonkis se salvan: no tendrán que pagar 550 millones por piratear

La resolución has tardado dos meses y medio en llegar, ya que el juicio dio comienzo el pasado 8 de abril. En él, se acusaba a los cuatro gestores de la página web SeriesYonkis de un delito de piratería con ánimo de lucro a sabiendas de estar llevando a cabo una actividad ilícita. Alberto García Sola, Alexis Hoefner, David Martínez y Jordi Tamargo se enfrentaban a cuatro años de cárcel, la máxima pena para delitos de piratería. Esta condena la pedían Egeda y la Federación Antipiratería, estando esta última entidad representada por Adivan.

Así, la sentencia definitiva, publicada hoy, desestima uno de los argumentos más importantes que defendía la acusación: que la web era algo más que un contenedor de enlaces y que almacenaba contenido protegido bajo derechos de autor, facilitando el acceso y la descarga de ese contenido a los usuarios.

Entre las páginas que llevaban los acusados entramos peliculasyonkis.com, seriesyonkis.com y videosyonkis.com, que contenían enlaces estructurados y clasificados en base a diversos criterios. Sin embargo, esas páginas no tenían el contenido almacenado, sino que enlazaban a otras webs que eran las que lo almacenaban. En sus servidores no había ningún contenido sujeto a estos derechos de autor, sino que los enlaces se subían por colaboradores de la página, y no está demostrado ni siquiera que ellos mismos subieran esos enlaces a la web. Entre las webs enlazadas estaban Megavideo o Megaupload.

Si la web hubiera seguido operativa a partir de julio de 2015, entonces sí habría habido delito

Con respecto a lucrarse con la publicidad que ponían en la web, la jueza dice que no obtuvieron beneficios económicos derivados del número de descargas o accesos a los enlaces, sino que los ingresos que recibían por la publicidad eran por las visitas y visualizaciones de esa publicidad de los usuarios que visitaban la web, que podían hacerlo para acceder a los enlaces de piratería o no (podían entrar por ejemplo para ver las novedades).

Por suerte, el juicio se ha realizado con arreglo a la ley que había antes de la reforma de julio de 2015 del código penal. La web se vendió en 2011 a Burn Media tras su creación en 2007 en Murcia, y estuvo operativa hasta marzo de 2014. Si la web hubiera estado abierta en julio de 2015 después de la entrada en vigor de la reforma del código penal, entonces la web sí habría constituido un delito. La sentencia todavía puede ser recurrida, pero es muy improbable que cambie.