Es algo de lo que venimos hablando desde hace unas semanas, y es que Microsoft a lo largo de este 2019, al menos en lo que se refiere a las actualizaciones que va a enviar a los usuarios de Windows 10, quiere arriesgar mucho menos que en años anteriores en temas relacionados con la fiabilidad y estabilidad del sistema operativo.

Cierto es que tan solo llevamos unos días desde que la primera de las dos grandes actualizaciones que veremos para Windows 10 este año, la May 2019 Update, llegó a enviarse de manera oficial para todo el mundo, por lo que quizá sea pronto para sacar conclusiones en lo que se refiere a los objetivos que se ha autoimpuesto la firma en estos temas de la fiabilidad. Sin embargo, lo cierto es que los reportes en lo que se refiere a fallos detectados en la nueva versión 1903 del sistema han sido escasos, por no decir casi nulos.

Sí, seguro que hay usuarios que han tenido algún problema de compatibilidad al instalar la May 2019, pero estos deben ser tan escasos que la información no ha trascendido, al menos públicamente. Repetimos, llevamos solo unos días, pero también sabemos que los primeros suelen ser los más complicados, ya que los de Redmond aún no han puesto en marcha la maquinaria para parchear los errores que se van detectando con el tiempo.

Sin embargo y por lo que hemos venido viendo estos últimos días, no han saltado las alarmas acerca de pantallazos azules, bloqueo de equipos, errores de red tras instalar la nueva versión, sistemas de sonido que dejan de funcionar, controladores de vídeo incompatibles, borrado de datos personales, etc.; habituales en actualizaciones anteriores. De hecho en estos días se han hecho públicos menos fallos de los que suelen aparecer de manera habitual en muchas de las actualizaciones acumulativas que se envían mensualmente, lo que es un punto muy a favor de Microsoft.

Parece que Microsoft está cumpliendo su objetivo en Windows 10 May 2019

Eso sí, llegados a este punto cabe mencionar que aquí estamos hablando de errores detectados una vez se ha instalado la nueva actualización en nuestros equipos, ya que fallos previos al proceso como tal, sí que se están dando, y muchos. Pero eso en parte es bastante lógico y preferible, ya que para prevenir posibles incompatibilidades futuras con determinados programas o componentes, los de Redmond prefieren bloquear esa instalación hasta que todo ello sea resuelto.

Y es que es preferible que no podamos instalar una nueva versión de Windows 10 en nuestro equipo, a que la instalemos y empiece a dar fallos, como ha venido sucediendo en actualizaciones de características en el pasado. Por ejemplo, si tienes un Kindle cargando a través de un USB del PC, la instalación de May 2019 se bloquea y da error, por experiencia propia.

Pero visto lo visto hasta estos momentos, tanto estas medidas de precaución, como el retraso temporal que la nueva versión sufrió, parecen estar dando sus frutos en la May 2019 Update, al menos por el momento, lo que no quiere decir que en cualquier momento en las próximas semanas se detecte algún importante bug o incompatibilidad, pero lo lógico, de existir, es que ya hubiese sido descubierto.

Por tanto ahora solo queda esperar a que la nueva versión de Windows 10 vaya llegando a un mayor número de dispositivos compatibles, pero de lo que no cabe duda es de que sus comienzos han sido bastantes prometedores. A esto hay que sumarle que la propia empresa ya ha hecho público que la nueva versión de este otoño será más parecida a un Service Pack que a una actualización de características, lo que afianza aún más la apuesta de Microsoft por la fiabilidad de unos de sus productos estrella como es Windows 10.