Ya en 2014 hablábamos de las venas como la contraseña del futuro. Este método prometía una seguridad nunca vista hasta el momento que sería utilizado para autentificarse en Internet o para realizar pagos de forma presencial. El proyecto presentado hace ya 4 años nos hablaba de lo imposible de cometer fraude con este método, pero ya hemos visto como todos los sistemas de seguridad han terminado fracasando de una u otra forma. En este caso, el uso de las venas como alternativa a las contraseñas tampoco es seguro al 100% ya que han logrado hackearlo con una mano de cera.

Los escáneres de venas no se han popularizado por el momento y su implantación parece lejana en el tiempo. Los diferentes proyectos estiman que, en unos años, nuestros smartphones serán capaces de escanear nuestra mano al completo, guardando datos como forma, tamaño y localización de las venas que recorren esta parte de nuestro cuerpo. Eso sería utilizado como método seguro para acceder al terminal o realizar operaciones desde el mismo.

Hackean el uso de las venas como contraseñas con una mano de cera

Al igual que las huellas dactilares, los patrones que forman las venas de nuestro cuerpo se suponen únicos. Por esa razón, muchos creen que estamos ante el método de seguridad definitivo que protegerá al 100% nuestras credenciales tanto en Internet como en servicios que requieran nuestra presencia física.

Sin embargo, no todo es tan bonito como suena como ya nos podemos imaginar. Un grupo de investigadores de seguridad ha construido un modelo de mano falsa utilizando un total de 2500 fotografías de una mano que habían sido tomadas de antemano. Con esto, han construido una mano de cera que ha sido capaz de engañar a los escáneres de venas que se postulan como la alternativa segura a las contraseñas.

“Es suficiente con tener fotos a unos 5 metros de distancia” señalan los responsables del proyecto. “Puedes hacer fotos en cualquier lugar, incluso a alguien que esté dando una conferencia de prensa”. No obstante, no parece ser tan sencillo como esa explicación que daban al ser preguntados al respecto.

Los expertos en seguridad utilizaron cámaras modificadas capaces de captar los patrones que forman las venas de nuestras manos. Además, luego tuvieron que recrear el modelo con cero con la máxima exactitud posible.