Si tienes un Tesla, no corras a probar esta característica en tu coche, a no ser que vivas en Estados Unidos. Allí es donde, por el momento, la marca de coches ha activado la función Navigate on Autopilot. Un paso más en su tecnología de conducción autónoma que, aunque debió llegar de la mano del firmware 9.0 desplegado recientemente, se ha retrasado por algunos días. Y de momento no tiene fecha de llegada para los usuarios europeos. Básicamente es la conducción autónoma, casi completa, en autopistas.

Navigate on Autopilot es capaz de llevar el coche por autopista de manera completa, a excepción de los cambios de carril, que se tienen que confirmar de forma manual. El sistema es capaz de mantener el coche en el carril, en función de la ruta seleccionada por el conductor, controlando acelerador, freno y dirección; además, también es capaz de tomar desvíos y salidas de autopista de forma automática para hacer la ruta más rápida. Lo único que no puede hacer son los cambios de carril, que tienen que ser confirmados por el conductor, aunque se llevan a cabo de forma autónoma. Además, se puede desactivar la confirmación para que los cambios de carril se hagan automáticamente y por completo.

Así funciona ‘Navigate on Autopilot’, la conducción autónoma casi completa recién lanzada en los coches de Tesla

Para poder disfrutar de esta característica es necesario un Tesla Model 3, Model S o Model X -en Estados Unidos- con el paquete más completo de hardware de conducción autónoma. Se activa con el sistema de navegación, seleccionando un destino y activando la función con un doble toque en la palanca derecha –en el Model 3-. Una vez activado, el coche es capaz de hacer todo por sí solo, aunque solo en circulación por autopista. Si queremos, podemos desactivar la confirmación de cambio de carril para que se lleven a cabo de forma automática.

A pesar del lanzamiento de esta función, aún es obligatorio que el conductor esté pendiente de la conducción y preparado para tomar acción siempre que sea necesario. Tanto por las limitaciones del hardware y el software, como por la normativa vigente. Y esto, la legislación, es precisamente el mayor problema que tiene Tesla por el momento en los países en que comercializa sus vehículos.