El MWC 2018 se va a celebrar este mes de febrero en Barcelona, y la edición de 2019 parece que también se va a seguir celebrando en España. Sin embargo, a partir de ahí empieza la incertidumbre. La GSMA, organizadora del evento, está en contacto con otras ciudades para ser la sede de próximas celebraciones, y Dubái es una de las mejor posicionadas.

Dubái: alternativa muy seria a Barcelona

Así ha informado Ignacio del Castillo en Expansión, afirmando que la ciudad, que será sede de la Exposición Universal en 2020 agrupando a 180 países, también podría ser la próxima sede del Mobile World Congress, después de que hubiera dejado Cannes en 2006 para estar desde entonces en Barcelona. El impacto económico del evento el año pasado fue de 465 millones de euros, con 108.000 visitantes.

Dubái es actualmente el plan b de la GSMA en el caso de que la situación en Cataluña se vuelva incontrolable o aumente la inestabilidad en la comunidad autónoma. Dubái, que es la capital de los Emiratos Árabes Unidos, se ha convertido en un centro de negocios y cada vez apuesta más por el turismo empresarial, demostrando que no es necesario recurrir al petróleo como fuente de ingresos. De hecho, a pesar de estar en un país musulmán, no son exigentes con el cumplimiento de las normas de su cultura por parte de los extranjeros. Las mujeres extranjeras residentes no tienen que llevar velo, ni tampoco es necesario cumplir ninguna norma religiosa. El alcohol, eso sí, es carísimo.

El edificio de la Expo de 2020 tiene 438 hectáreas

Dubái cuenta además con el Aeropuerto Internacional de Dubái, siendo el aeropuerto con más tráfico del mundo, pasando por él el año pasado 88,2 millones de pasajeros. Para la celebración de la Expo de 2020 se está creando un recinto ferial de 438 hectáreas con pabellones diseñados por los más prestigiosos estudios de arquitectura del mundo, y que está cerca del aeropuerto. Su construcción está muy avanzada, y podría acelerarse en el caso de que la GSMA decidiera celebrarlo allí.

El clima de Dubái es extremo en verano, con temperaturas que llegan a superar los 50 grados y que obligan a estar en recintos cerrados y hasta repostar con el coche encendido con el aire acondicionado. En invierno las temperaturas son más suaves, rondando entre los 15 y 23 grados en febrero, que es cuando se celebraría el MWC.

Barcelona tiene contrato hasta 2023, pero la GSMA ha dejado claro con este gesto que en cualquier momento el evento podría irse de la ciudad condal, porque alternativas no le faltan. Lo que sí le gusta a la organización es que haya eventos en los tres principales continentes; el MWC Americas (celebrado en San Francisco), el MWC Shangai, y el de Barcelona. Sería raro que Europa se quedase sin un evento de estas características.

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